La
hoguera
Allí estaba la llama de esa
minúscula cerilla. La miraba embelesado, ¿habría algo más bello? Casi a punto
de agotarse la arrojé al suelo y encendí otra. De nuevo, y ante la eminente
combustión del fósforo, prendí otra, y luego otra, y otra.
Un ruido ensordecedor de sirenas me
sacó del trancé; pero era ¡tan bonito el espectáculo de luz!, que no pude salir
al balcón para ver que pasaba.
El
ave Fénix
La nueva versión del ave Fénix es
capaz de remontar el vuelo sin plumas.
Edipo
Él le dijo a
ella: Mi madre lo hace mucho mejor que tú.
El
guardián del Olimpo
Zeus se hartó de
gobernar. Cerró el Olimpo dejando encerrados al resto de los dioses y tiró las
llaves a un abismo. Desde entonces en el universo reina la anarquía.
El
iceberg de tus ojos
Mi mente naufragó en el mar de mis
lágrimas. Eras tan hermosa, que mis ojos tan sólo pudieron escuchar el canto de
las sirenas.
Cómo
un animal
No existe ninguna posibilidad de que
tú y yo lleguemos a un acuerdo. Por ninguna parte encuentro en ti al ser humano
que dices ser. Con la cabeza embistes y con el resto consumes mi romanticismo.
El
Rey Midas
Midas se mosqueó con el arrogante
dios, hasta tal punto, que decidió tocar todas las viñas del universo y Baco
perdió su reino.
Hola Blanca:
ResponderEliminarEstos ya te los comenté por correo, así que ya no te lo pongo por aquí. Tienes muy cogida la idea del microrrelato, muy bien.
Me encanta la simplicidad de algo complicado. Has sido capaz de coger lo difícil y hacerlo fácil y bonito a la vez.
ResponderEliminarMe han gustado especialmente: Edipo, como un animal y el guardián del Olimpo.
ResponderEliminarPaco
Me ha gustado bastante ,sobretodo ,pensar que tu te extendías mucho y en ocasiones no transmitías tanto como con los microrrelatos .
ResponderEliminarEh, eso no vale Mandalayc, ¿y tú quién eres? ¿Yolanda?
ResponderEliminarMe gustan todos, especialmente el de Edipo. Genial
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