jueves, 23 de febrero de 2012

Oscar de Abajo Sesion Cuarta


Oscar de Abajo 
Sesion Cuarta

Elige a uno de tus autores favoritos, de los que hayas leído varias obras suyas, y despiézalo. Se trata de que analices sus rasgos característicos para, luego “imitando“su estilo, escribas un relato de la longitud que consideres necesaria para la historia.
                Me parece importante antes de lanzarme a este reto, que por otro lado me da un miedo ancestral y profundo que no puedo contralar y además me incomoda, algo sobre lo meditado. El autor que más he leído es, por aplastante mayoría, Isaac Asimov pero no es el que más me gusta, esa es una lista corta pero indisoluble, indisoluble porque momo es muy importante para mí, pero lo es igual el buscón, Papillón o Gestapo. Pero son empresas que me por un lado me desbordan apabullantemente por lo que he necesitado de un recurso fácil, echar mano de la mejor editorial de libros de bolsillo para el vago o aquel con necesidad absolutamente innecesaria de  conocimientos dignos de sentar cátedra. Además de un autoconocimiento interior al que no había necesitado enfrentarme nunca esta experiencia me ha servido para darme cuenta de que mis amados hermanos me han desbalijado los fondos bibliográficos desde aquel redondo número de 350 de su apogeo hasta su exigüidad de 30 al que llega ahora, en algún momento debía haberme dado cuenta, pero no era algo que me haya hecho demasiada gracia. A qué viene todo esto, a justificar el uso de un libro de Edgar Alan Poe que no siendo ni de lejos uno de mis favoritos si es el único de cátedra que tenía a mano en vacaciones para darle leña al asunto, Bueno eso y que a pesar de ser uno de los cásicos de todos los tiempos a mi me ha despertado menos emociones que la lectura de el listado-libro archipiélago Gulag de Alexander Solzhenitsin.
                En esta específica edición en la que Félix Martín busca al escritor en su obra y su historia y leyendo un poco a batalla entiendo que Poe era una persona que se marcaba un rumbo (escritor esquemático) y lo seguía para investigar desde un punto de vista romántico el lado oscuro del alma humana que ejercía en el y su alma torturada una destructiva atracción.
                Personalmente, pensar  en miedo me lleva de manera automática a la niñez y en el coco y me parece divertido pensar en que el coco podría atrapar a un adulto para luego darse este cuenta de que el coco es el mismo. Peo dice que no debe haber ni una sola parte en el relato que no lleve al final pero sin ser obvio creando un punto de no retorno donde empieza el proceso que lleva al final del mismo y que es donde empieza el estremecimiento. Esto se debe hacer desde un marco realista acumulando datos y fechas. Vamos a usar el corazón delator para realizar veste intento.







El coco
                ¡Es verdad! Soy curioso, muy, muy curioso. Lo soy y lo he sido siempre; pero ahora soy una bestia salvaje. ¿Salvaje? Vivo en un mundo en el que domina el mayor depredador, el hombre. ¿Qué hay de malo en que la naturaleza haya creado un nuevo súper depredador? No soy un loco, los locos no saben nada, verán con que tranquilidad les cuento mi viaje.
                No sé explicar cómo surgió esa necesidad por primera vez, ni siquiera puedo decir de dónde vino,… sí, si lo sé, fue de pequeño, tendría unos cuatro años porque es un recuerdo que anida en mi alma en esa frontera donde los sueños se convierten en recuerdos, de hecho, hasta la semana pasada era un sueño recurrente pero pasó a ser recuerdo.  Fue la puerta del dormitorio al abrirse, no sé de donde vino pero sentí que los pelos de la nuca se me erizaban; así fue como, poco a poco, la sombra volvió a mi vida. Ahora que se ha ido lo sé, se como entró.
                Loco. ¡¡¡Estúpidos!!! Os atrevéis a llamarme loco. Un loco no es capaz de cazar como yo lo hago, acechando en  pleno día, sin despertar el miedo, sin intimidar, sin que mis victimas  vieran venir su final, es más, no puedo estar loco si tengo tanta maestría como para matar sin que mi victima muera con miedo en la mirada. Soy capaz de matar a plena luz del día, rodeado de gente, sin que nadie lo sepa, sin que nadie se entere, nadie, ni los pieles rojas eran capaces de mostrar tanta maestría contra sus invasores. Y así lo hice durante 99 gloriosos días. No puedo estar loco si llevo una minuciosidad tan extrema, que la policía no podía encontrar ni una sola rendija por la que colarse e ir tras de mí. ¡Jamás un hombre tuvo tal poder! No tenía nada en su contra, solo eran personas, solo animales a cazar. El placer de entrar en una vida y segarla en el momento en que lo decides, solo cuando lo decides, ni un segundo antes, ni un segundo después, solo cuando yo quiero. Es una gran sensación de poder saber que el futuro de un alma esta en tus manos, seguirle un día y otro viendo donde va, con quien está, saber si sería divertido matarle. Es muy especial decidir cuándo; lugar, fecha y hora. Me gusta mucho seguir a alguien durante días y luego matarle, una persona por día para así seguir en el mismo momento emocional. Seguir así, con la misma emoción, desde el primer día. Así he llegado al día 100, a hoy. Cada nueva pieza cobrada debía ser más difícil que la anterior, lo sorprendente es que al cundir el pánico esa emoción llega sola, cuanto más miedo tenían más difícil se hace la caza, pero más emocionante es el momento de poder. Vivir una vida tediosa y llegar un momento de apertura de la mente es una experiencia única. Primero es el tiempo de escoger el arma, no ha de ser algo animal, ellos cazan con escopetas que solo sirven para dar cobertura al cobarde, no, ha de ser un arma de cazador, un arma de verdad, de hombre libre; una cuerda de piano, un cuchillo, un arco,… algo que te haga oír el corazón al que liberas de su rítmica pulsación. Mis víctimas se enardecen con sus ritmos de batalla al son de gaitas y tambores, marcados por marchas militares, eso es lo que encuentro yo en sus latidos al apagarse, ese es mi poder. Acercarme lentamente por la espalda ir poco a poco sintiendo sus latidos más cerca de mí. Con la mano izquierda taparles la boca y con la derecha clavar ni puñal de doble filo entre las costillas, en lado derecho de abajo arriba rasgando la pleura  e introduciendo el arma en el pulmón produciendo un dolor tan fuerte que la misma punzada impedía que mi pieza llegara a proferir ningún ruido y produciendo una muerte rápida y unas pulsaciones muy elevadas disparando mi emoción a su vez.
                Como os dije me iba a dormir y abrí la puerta. Fue en ese momento en el que mi miedo al coco volvió de una manera tan aplastante que en cuestión de segundos mi cerebro fue presa de un miedo tan profundo tan ancestral que estaba arraigado en mi ser a sangre y fuego que fui incapaz de de oponer resistencia. Ella estaba tan dormida, tan confiada, solo emitió un pequeño ruidito cuando el obelisco de mi escritorio le rompió la cabeza, no, no fue eso pudo ser el sprint de mi corazón con un galope de infarto. Los niños tampoco me trajeron la sensación que la sombra necesitaba pero sí que prendieron la mecha con la que empezó todo, unos simples sollozos una mirada de incredulidad. Cuantas más veces hincaba el cuchillo de la cocina más frenesí me cargaba. La sombra me poseía y dominaba mis actos, pero la verdad es que eso coco al que tanto miedo tenía de pequeño y que durante 99 días ha dirigido mi vida solo ha dado rienda suelta a lo que yo llevaba dentro. No puedo pedir perdón por mis actos porque no han sido míos pero si puedo avisar a los adulos para que tengan miedo del coco pues en la oscuridad nos acecha, listo para robarnos el alma y llevarnos por tortuosos senderos no es un miedo irracional sino algo bien real. El coco existe. 
Fin de la grabación.
Exposición de las conclusiones. Dr. García Pérez (Psiquiatra). Caso 25631-35B/2012
Martes 25 de Diciembre de 2012.
Esta grabación ha sido tomada por la policía al entregarse hoy en la comisaría del parque Ernest LLuc en Poble Nou. Es lo único que hemos podido extraer del Paciente Ramón Pellicer Montseni antes de quedar en estado catatónico. Es una confusa explicación de porque ha matado a su familia y a 99 personas más de las que ha dado paradero de donde estaban congeladas unas y enterradas otras. Según el paciente ha sido poseído por el coco y este le ha anulado la voluntad durante 99 días. La medicación no hace efecto para ninguna patología posible, tras tres meses y 1 día de intentos de contactar con el paciente de la esterilidad de cualquier tratamiento farmacológico, recomendamos su aislamiento con camisa de fuerza para el resto de su vida…. Fin de la exposición.

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